31 dic 2010

Muerte en la ciudad de la muerte, capítulo IV

O de cómo Polilla fue durante un tiempo el detective improvisado más audaz.

"En la vida hay dos clases de personas, las que saben ocultarse tras un seto y las que no"







Poli se despertó a la hora de siempre. Siguió el ritual mañanero acostumbrado. Pero esta vez se saltó una parte del proceso.  No se sentó en la cama unos instantes a meditar y maldecir la jornada que se presentaba como todas las demás jornadas, como su vida. Se saltó esta parte por que hoy, al igual que para sus clientes, iba a ser un día muy especial: La espicha de la Facultad de Biología.

7 dic 2010

Muerte en la Ciudad de la Muerte. Capítulo I

De sobre cómo Polilla encara una mañana de Sábado

Hay dos clases de personas, las que tienen un rollo de papel higiénico en la mesita y saludan al día con una paja llena de vitalidad y las que no

Como siempre no pasa nada en la ciudad. Bueno sí. Llevaban días derribando el edificio de enfrente y se divisaba desde la cama gran parte de la plaza. Ahora mismo hace sol y llueve. Siempre se pueden sentir cosas positivas cuando contemplas los escenarios que se construyen en la ciudad capricho de los elementos del cosmos como la luz y la materia en sus estados. Pero eso no va a hacer que Polilla, al despertarse, se abrace tiernamente a ninguna compañera. O vea una película con una preciosa cabecita apoyada en su pecho. Eso es lo que desalienta a Poli. Aunque la mañana sea preciosa.