Almas aglutinadas
siguiendo el camino recto.
En la absoluta pobreza material
brilla la riqueza de espíritu,
brota la solidaridad
en el día a día,
arrimar el hombro es una rutina.
El Superior nos dicta
y agradecemos su existencia
que nos garantiza el cerrojo
al libertinaje espeluznante.
Una ecuación que funciona
y desgarra nuestras encías
en un lento viaje-tortura
encarrilados con los dientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario